Redacción.- Sin mucho lucimiento, con la misma sosobra y con la misma falta de contundencia, México arrancó con victoria la era de Diego Cocca, al vencer 2-0 a Surinam en una jornada más de la Nations League de Concacaf.
El equipo mexicano cumplió con una de esas visitas incómodas, a territorio fuera de Concacaf, hasta Sudamérica, a Paramaribo, para solventar un juego que si se cumpliera la expectativa por historia, infraestructura y preparación, se tuvo que haber ganado con una diferencia amplia, pero que apenas alcanzó para un par de tantos y un penal fallado.
El triunfo sirvió para asegurar la participación de México en la Copa Oro 2023, algo que parecía de trámite. Ahora el próximo domingo tendrá que asegurar su lugar en la fase final de la Nations League de la Concacaf, para lo cual le basta un empate ante Jamaica, resultado que preocuparía más de la cuenta.
El cotejo ante Surinam fue muy complicado, los surinameses ofrecieron poco futbol, pero sí mucha entrega y uno que otro contacto ríspido. Por México, Santiago Giménez prácticamente no apareció en la primera mitad debido a que Uriel Antuna y Roberto Alvarado no le sirvieron un solo balón. Lo único rescatable fue un par de intervenciones de Carlos Acevedo en el marco y las puntuales entradas de Johan Vázquez.
La entrega del defensor del Cremonese italiano redituó en que para el segundo tiempo, desvió un centro a primer poste y puso el primero de la noche al minuto 64.
Suriname respondió con algunos rompimientos por medio de Marc Jozefzoon, Jeredy Hilterman y Sheraldo Becker, pero nada que asustara la meta mexicana.
Todo se resolvió hasta el 82, cuando Antuna desbordó por derecha y centró para que el zaguero Damil Dankerlui la mandara al fondo de su propia meta para vencer al portero.
Llegó el final, México pudo respirar, terminó el desgaste de Surinam y ahora la afición mexicana tendrá que ser paciente para continuar con la historia del Tri que no luce diferente, pero que tendrá que dar resultados.