León, Guanajuato.- En un ambiente cargado de nostalgia y fraternidad, figuras emblemáticas del equipo Lechugueros de León se dieron cita para revivir glorias pasadas y fortalecer lazos que ni el tiempo ha podido disolver. La reunión, que congregó a verdaderos colosos del deporte ráfaga, se convirtió en un testimonio vivo de una época dorada que marcó la historia deportiva nacional.
Arturo «Mano Santa» Guerrero, José Piña, Alfredo Jacobo, Víctor Manuel Vela, Samuel Campos, Guillermo Rocha y «Kilo» Nava compartieron mesa y recuerdos en lo que podría describirse como una auténtica cumbre del baloncesto mexicano. Estos nombres, que alguna vez resonaron con fuerza en canchas nacionales e internacionales, ahora se reunían no para competir, sino para celebrar un legado construido a base de talento y perseverancia.
La atmósfera evocó épocas donde estos atletas escribieron algunas de las páginas más brillantes del deporte nacional. Entre risas y anécdotas, la memoria colectiva reconstruyó hazañas que el tiempo ha transformado en leyendas urbanas para las nuevas generaciones de aficionados.
El encuentro tuvo también su momento de solemnidad cuando los presentes guardaron un emotivo tributo a quienes ya no están físicamente: Antonio «Toño» Ayala, Antonio García y el estratega que moldeó a muchos de ellos, el entrenador Gustavo Saggiante. Sus ausencias, lejos de ensombrecer la reunión, sirvieron para reafirmar el legado imborrable que dejaron en el baloncesto mexicano.