En un partido inolvidable que terminó con marcador de 4-2, Monterrey consiguió su boleto a la gran final al adjudicarse la serie 4-3.
Al minuto 10, América tocó fuerte a la puerta. Oribe Peralta le cedió a Osvaldo Martínez, el paraguayo entró solo al área y tiró pero directo a las manos de Jonathan Orozco.
Llegó una clarísima para Rayados. Funes Mori recibió un taconazo de Carlos Sánchez, el argentino tiró cruzado e impactó el poste al 12’.
Paolo Goltz también se quedó cerca de marcar, al 22’ el zaguero se sumó al frente y recibió un centro que remató por encima de los tres palos.
Monterrey anotó al 27’. Edwin Cardona hizo un golazo, mostró toda la técnica de su pie derecho y fuera del área conectó con la parte externa para poner el balón pegado al poste. Explotó el Estadio Bancomer.
Dorlan Pabón probó de lejos rumbo al final del primer lapso y casi completa, cerca.
América despidió el primer tiempo con una jugada peligrosísima, Darwin batalló ante toda la defensa y disparó pero Jonathan Orozco atajó con la pierna izquierda. Así se fueron al descanso.
Michael Arroyo entró de cambio para ser el héroe de siempre. Al 62’ cobró un tiro libre, pasó la barrera y dejó parado a Orozco, golazo del ecuatoriano. El partido estaba 2-2 en el global, el gol como visitante favorecía a las Águilas.
Sin embargo, el partido comenzaba a tomar tintes épicos. La urgencia estaba del lado local y Carlos Sánchez con su grandísima clase metió un disparo letal a la entrada del área, la puso en el ángulo. Golazo para el 3-2 global al 76’.
La historia no terminaría, Arroyo volvió a hacer de las suyas. El ecuatoriano otra vez disparó con dirección imparable. América era todo euforia. Tenían el global 3-3 con el boleto en las manos.
Pero el futbol le dio una recompensa al superlíder, Miguel Samudio bloqueó con la mano un centro y Roberto García señaló penal. Cobró el genio Cardona, del poste a las redes en el 85’. El norte del país era una fiesta.
Monterrey consiguió el boleto a la gran final, jugará el partido de vuelta en su estadio.